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Enfermedad arterial periférica

¿Qué es la Enfermedad Arterial Periférica (EAP)?

La Enfermedad Arterial Periférica (EAP), también conocida como enfermedad vascular periférica, es una condición frecuente que se produce por el estrechamiento u obstrucción de las arterias que transportan sangre oxigenada desde el corazón hacia las extremidades (principalmente las piernas) y otros órganos fuera del cerebro y el propio corazón. La causa más común es la aterosclerosis, un proceso en el que se acumula placa (compuesta por grasa, colesterol, calcio y otras sustancias) en las paredes internas de las arterias, dificultando el flujo sanguíneo.

Es importante destacar que la EAP a menudo coexiste con aterosclerosis en otras partes del cuerpo, como las arterias coronarias (del corazón) y las carótidas (del cuello), aumentando el riesgo general de eventos cardiovasculares como infartos o accidentes cerebrovasculares (ACV).

Síntomas Principales de la EAP

Los síntomas varían según la severidad de la obstrucción:

  • Claudicación Intermitente: Es el síntoma más característico de la EAP leve a moderada. Consiste en un dolor, calambre, pesadez o fatiga muscular que aparece en las pantorrillas, muslos o glúteos al caminar una distancia determinada y que se alivia rápidamente con el reposo (en pocos minutos). Se debe a que los músculos no reciben suficiente oxígeno durante el ejercicio.
  • Dolor en Reposo: En etapas más avanzadas, el flujo sanguíneo es tan deficiente que el dolor aparece incluso sin actividad física, típicamente en los pies o los dedos, y a menudo empeora por la noche al estar acostado. Es un signo de isquemia (falta de riego) más grave.
  • Úlceras Isquémicas: Heridas o llagas en los pies o piernas (especialmente en dedos, talones o puntos de presión) que no cicatrizan o tardan mucho en hacerlo debido a la mala circulación.
  • Necrosis / Gangrena: Es la muerte del tejido por falta total de riego sanguíneo, manifestándose como áreas de piel negra, seca y fría, usualmente en los dedos o partes del pie.

La presencia de dolor en reposo, úlceras isquémicas o gangrena define la Isquemia Crítica de la Extremidad (ICE), una condición grave que amenaza la viabilidad de la pierna y requiere tratamiento urgente para restaurar el flujo sanguíneo y evitar una amputación.

Diagnóstico

El diagnóstico se realiza mediante:

  • Historia Clínica y Examen Físico: Evaluación de síntomas, factores de riesgo y exploración vascular (palpación de pulsos, observación de la piel, etc.).
  • Índice Tobillo-Brazo (ITB): Medición no invasiva que compara la presión arterial de los tobillos con la de los brazos. Un ITB bajo confirma la presencia de EAP.
  • Eco-Doppler Arterial: Ultrasonido que visualiza las arterias, localiza las obstrucciones y evalúa la severidad del problema de flujo. Es la prueba de imagen inicial fundamental.
  • Angio-TC / Angio-RM / Arteriografía: Estudios de imagen más detallados que se utilizan para planificar un posible tratamiento invasivo (revascularización).

Tratamiento de la EAP

El tratamiento tiene varios objetivos: aliviar los síntomas (mejorar la capacidad de caminar), prevenir la progresión a isquemia crítica (evitar amputaciones) y reducir el riesgo cardiovascular global.

  1. Manejo Conservador (Fundamental para todos los pacientes, y tratamiento inicial para claudicación):
    • Control Estricto de Factores de Riesgo: ¡Es la base del tratamiento!
      • Dejar de Fumar: Absolutamente esencial.
      • Control de la Diabetes Mellitus.
      • Control de la Hipertensión Arterial.
      • Control del Colesterol (Hiperlipidemia).
      • Mantener un peso saludable.
    • Programa de Ejercicio Supervisado: Caminar regularmente (según pauta médica) es muy beneficioso para mejorar la distancia de claudicación.
    • Medicación:
      • Antiplaquetarios (Aspirina o Clopidogrel): Reducen el riesgo de coágulos y eventos cardiovasculares. Indicados en casi todos los pacientes.
      • Estatinas: Para controlar el colesterol y estabilizar la placa de aterosclerosis. Indicadas en casi todos los pacientes.
      • Medicación para la Claudicación (ej. Cilostazol): Puede mejorar la distancia de caminata en algunos pacientes.
  2. Tratamiento Invasivo (Revascularización): Se reserva para pacientes con claudicación incapacitante que no mejora con el manejo conservador, o siempre que exista Isquemia Crítica de la Extremidad (dolor en reposo, úlceras, gangrena).
    • Terapia Endovascular: Angioplastia (dilatación de la arteria con balón) y/o colocación de Stent (malla metálica para mantener la arteria abierta). Son procedimientos mínimamente invasivos realizados mediante cateterismo.
    • Cirugía de Bypass: Cirugía abierta para crear un «puente» con una vena o un tubo sintético, sorteando la obstrucción arterial.

Factores de Riesgo Clave y su Manejo Específico

  • Tabaquismo: Es el factor de riesgo modificable más importante. Multiplica por 4 el riesgo de EAP y empeora drásticamente el pronóstico (mayor riesgo de amputación y muerte). Dejar de fumar es la medida más crucial. Existen ayudas efectivas (terapia de reemplazo de nicotina, medicamentos específicos, apoyo psicológico). Consulte a su médico para obtener ayuda. Los beneficios de dejar de fumar son evidentes a medio plazo.
  • Hipertensión Arterial: Daña las arterias silenciosamente. Se diagnostica con mediciones regulares (idealmente <130/80 mmHg). Requiere cambios en el estilo de vida (dieta baja en sal, ejercicio, moderación alcohol) y, frecuentemente, medicamentos para mantenerla controlada. Es vital la adherencia al tratamiento.
  • Hiperlipidemia (Colesterol Alto): El exceso de colesterol LDL («malo») se deposita en las arterias formando la placa aterosclerótica. Se diagnostica con un análisis de sangre (perfil lipídico). El tratamiento se basa en dieta saludable, ejercicio y, en la gran mayoría de pacientes con EAP, el uso de medicamentos tipo estatinas, que son muy eficaces para bajar el colesterol y proteger las arterias.
  • Diabetes Mellitus: Acelera la aterosclerosis y también daña los nervios (neuropatía). Es fundamental un control estricto de los niveles de glucosa en sangre (hemoglobina glicosilada HbA1c en objetivo).

Conclusión

La Enfermedad Arterial Periférica es una manifestación importante de la aterosclerosis sistémica. Un diagnóstico temprano, un manejo agresivo de los factores de riesgo y un tratamiento adecuado (conservador o invasivo según el caso) son esenciales para mejorar la calidad de vida y prevenir complicaciones graves. El Dr. Ricardo Olguín puede proporcionarle una evaluación vascular completa y guiarle en su tratamiento.