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Compresión venosa

Las venas son los vasos sanguíneos responsables de retornar la sangre desde los diferentes órganos y extremidades hacia el corazón. Sus paredes son generalmente más delgadas y menos rígidas que las de las arterias, lo que las hace, en ciertas circunstancias, susceptibles a ser comprimidas por estructuras anatómicas adyacentes (como arterias, músculos o ligamentos). Aunque la anatomía normal suele prevenir estas compresiones significativas, variaciones anatómicas o condiciones particulares pueden provocar que una vena sea «aplastada», dificultando el flujo normal de sangre a través de ella. Esto puede llevar a síntomas de congestión venosa, aumento del riesgo de trombosis (formación de coágulos) o desarrollo de circulación colateral (venas alternativas dilatadas).

Dos de los síndromes de compresión venosa más conocidos son el Síndrome de May-Thurner y el Síndrome del Cascanueces.

Síndrome de May-Thurner (Síndrome de Compresión de la Vena Ilíaca)

  • ¿Qué es? Es una condición causada por la compresión de la vena ilíaca común izquierda (la vena principal que drena la sangre de la pierna izquierda) entre la arteria ilíaca común derecha (que la cruza por delante) y la columna vertebral (por detrás). Esta compresión crónica puede dificultar el retorno venoso desde la pierna izquierda.
  • Síntomas: Muchas personas con esta variante anatómica no experimentan síntomas. Sin embargo, la compresión puede predisponer a:
    • Trombosis Venosa Profunda (TVP) de la pierna izquierda: Es la manifestación más frecuente. El paciente presenta hinchazón, dolor, calor y/o enrojecimiento agudos en la pierna izquierda, a menudo sin otros factores de riesgo claros para TVP.
    • Insuficiencia Venosa Crónica en la pierna izquierda: A largo plazo, incluso sin una TVP previa evidente, la compresión puede causar síntomas crónicos como hinchazón persistente, sensación de pesadez, dolor, aparición de várices y cambios en la piel (oscurecimiento, eccema, úlceras venosas).
  • Diagnóstico: Se sospecha en casos de TVP iliofemoral izquierda o síntomas venosos crónicos unilaterales izquierdos. Se confirma mediante estudios de imagen como Eco-Doppler venoso, Angio-Tomografía Computarizada (Angio-TC), Angio-Resonancia Magnética (Angio-RM) o Venografía/Flebografía (a menudo realizada durante el tratamiento endovascular), que pueden mostrar directamente la compresión y sus consecuencias.
  • Tratamiento: El objetivo es aliviar la obstrucción venosa, tratar la TVP si existe y prevenir secuelas a largo plazo.
    • Anticoagulación: Esencial si se ha producido una TVP.
    • Trombolisis dirigida por Catéter: Puede considerarse en TVP agudas y extensas para disolver el coágulo.
    • Angioplastia con Stent: Es el tratamiento definitivo para la compresión significativa. Mediante una técnica endovascular mínimamente invasiva, se dilata la zona comprimida de la vena ilíaca con un balón y se implanta un stent (una malla metálica tubular autoexpandible) para mantener la vena abierta y resistente a la compresión externa.

Síndrome del Cascanueces (Nutcracker Syndrome)

  • ¿Qué es? Es una condición vascular rara causada por la compresión de la vena renal izquierda (que transporta sangre desde el riñón izquierdo a la vena cava inferior) entre dos arterias: la aorta abdominal (por detrás) y la arteria mesentérica superior (por delante), simulando una nuez atrapada en un cascanueces.
  • Síntomas: Pueden ser variables y a veces inespecíficos, lo que puede retrasar el diagnóstico. Los más comunes incluyen:
    • Hematuria: Presencia de sangre en la orina (visible o microscópica).
    • Dolor: En el flanco izquierdo (costado) o en la zona abdominal.
    • Varicocele: Dilatación de venas en el escroto (en hombres, usualmente izquierdo).
    • Síndrome de Congestión Pélvica: Dolor pélvico crónico, a menudo asociado a várices pélvicas o vulvares (en mujeres).
  • Diagnóstico: Requiere un alto índice de sospecha y se basa en estudios de imagen como Eco-Doppler renal/pélvico, Angio-TC, Angio-RM o Venografía renal (con medición de gradientes de presión entre la vena renal y la cava).
  • Tratamiento: Se indica solo en pacientes con síntomas significativos. Las opciones incluyen:
    • Manejo Conservador/Observación: Para síntomas leves.
    • Stent Endovascular: Colocación de un stent dentro de la vena renal izquierda para aliviar la compresión. Es la opción mínimamente invasiva.
    • Cirugía Abierta: Existen diversas técnicas quirúrgicas más complejas (ej. transposición de la vena renal, autotrasplante renal, bypass) que se reservan para casos seleccionados o si falla el tratamiento endovascular.

Conclusión

Los síndromes de compresión venosa, aunque no tan comunes como otras patologías vasculares, pueden causar síntomas significativos y complicaciones importantes como la TVP o el daño renal. Requieren una evaluación cuidadosa por parte de especialistas. El cirujano vascular y endovascular desempeña un papel crucial en el diagnóstico y, sobre todo, en la aplicación de tratamientos mínimamente invasivos como la colocación de stents, que ofrecen soluciones efectivas para muchos de estos pacientes.