
Ulceración de miembros inferiores y cuidado de los pies
Introducción: Heridas que No Cicatrizan
Las úlceras en miembros inferiores son heridas abiertas que aparecen en la piel de las piernas o los pies y que presentan una notable dificultad para cicatrizar de forma espontánea, persistiendo durante semanas, meses o incluso años. Representan un problema de salud importante, causando dolor, limitando la movilidad, aumentando el riesgo de infecciones graves y afectando significativamente la calidad de vida. Para lograr la curación, es fundamental identificar y tratar la causa subyacente que impide la cicatrización normal.
Principales Causas de Úlceras en Piernas y Pies
Aunque existen diversas causas, la mayoría de las úlceras crónicas en miembros inferiores están relacionadas con problemas circulatorios o complicaciones de otras enfermedades:
- Úlceras Venosas (por Insuficiencia Venosa Crónica – IVC): Son las más comunes. Se deben a la dificultad de las venas para retornar la sangre al corazón, lo que aumenta la presión venosa en la parte inferior de las piernas. Suelen localizarse alrededor de los tobillos (especialmente en la cara interna) y se asocian a hinchazón, várices y cambios en la coloración de la piel. El tratamiento se basa en la terapia compresiva y el manejo de la IVC.
- Úlceras Arteriales (Isquémicas): Son consecuencia de la Enfermedad Arterial Periférica (EAP), es decir, un flujo sanguíneo arterial insuficiente por obstrucción de las arterias. Suelen ser muy dolorosas, especialmente en reposo o por la noche, y se localizan típicamente en zonas distales como dedos, talones o bordes del pie. Para curar, requieren restaurar la circulación arterial (revascularización).
- Úlceras Neuropáticas (Pie Diabético): Ocurren en personas con diabetes debido al daño en los nervios (neuropatía), que provoca pérdida de sensibilidad. Aparecen en zonas de presión o roce que el paciente no percibe, y tienen un altísimo riesgo de infección. Requieren descarga de la presión (off-loading), control estricto de la diabetes y, frecuentemente, evaluación y tratamiento vascular asociado (úlceras neuro-isquémicas).
- Úlceras Mixtas: Presentan componentes de más de una causa (ej. venosa y arterial).
- Otras Causas: Menos frecuentes, incluyen vasculitis, tumores, infecciones específicas, etc.
Manejo General de la Úlcera
Independientemente de la causa específica, el cuidado local de la herida, dirigido por profesionales de la salud (médicos, enfermería especializada en heridas), es importante y suele incluir: limpieza, desbridamiento (eliminación de tejido no viable), aplicación de apósitos adecuados para favorecer la cicatrización y manejo de la posible infección.
La Clave: El Cuidado Preventivo Diario de los Pies
La mejor estrategia es evitar que las úlceras aparezcan. Adoptar una rutina diaria de cuidado de los pies es esencial, especialmente para personas con factores de riesgo como diabetes, enfermedad arterial periférica, insuficiencia venosa crónica o neuropatía.
Recomendaciones para el Cuidado Preventivo:
- Inspección Diaria: Revise cuidadosamente sus pies todos los días, incluyendo plantas, talones y espacios entre los dedos. Busque cualquier herida, ampolla, corte, rozadura, cambio de color, hinchazón o signo de infección. Use un espejo si tiene dificultad para ver la planta.
- Higiene Correcta: Lave sus pies a diario con agua tibia (¡compruebe siempre la temperatura primero!) y jabón neutro. Séquelos meticulosamente con una toalla suave, prestando especial atención a secar bien entre los dedos.
- Hidratación: Aplique una crema hidratante en la piel de los pies (especialmente talones) para evitar sequedad y grietas, pero evite aplicarla en los espacios interdigitales (para prevenir humedad y hongos).
- Corte de Uñas Adecuado: Corte las uñas en línea recta, sin apurar los bordes. Lime suavemente las esquinas. Si tiene uñas gruesas, deformadas o dificultad para cortarlas, acuda a un podólogo.
- Calzado Apropiado: ¡Es fundamental!
- Use zapatos cómodos, que se ajusten bien (ni apretados ni sueltos), de horma ancha, de material transpirable y flexible, y sin costuras internas que puedan rozar.
- Evite tacones altos, zapatos puntiagudos o sandalias que dejen los dedos desprotegidos.
- Revise siempre el interior del zapato con la mano antes de ponérselo para detectar objetos extraños o costuras rotas.
- Nunca ande descalzo, ni siquiera dentro de casa. Use zapatillas de protección.
- Calcetines Adecuados:
- Use calcetines limpios y secos, preferiblemente de fibras naturales (algodón, lana) o tejidos técnicos que absorban la humedad.
- Elija calcetines sin costuras gruesas y cuyo elástico no apriete ni deje marcas en la pierna.
- Cámbielos al menos una vez al día.
- Precauciones Generales:
- Evite exponer los pies a temperaturas extremas (agua muy caliente, bolsas de agua, estufas).
- No use remedios caseros, callicidas ni productos químicos agresivos en los pies.
- No intente quitar callos, durezas o uñas encarnadas usted mismo con objetos cortantes. Acuda al podólogo.
- Consulta Temprana: Ante la mínima lesión (corte, ampolla, uña encarnada, cambio de color, hinchazón, dolor nuevo), consulte a su médico o podólogo de inmediato. No espere a que empeore.
Conclusión
El cuidado preventivo meticuloso de los pies es la herramienta más poderosa para evitar la aparición de úlceras en miembros inferiores, sobre todo en personas con factores de riesgo. Si desarrolla una úlcera o tiene una herida que no cicatriza, una evaluación especializada es crucial para determinar la causa y establecer un plan de tratamiento integral. La valoración por el Cirujano Vascular y Endovascular, como el Dr. Ricardo Olguín, es frecuentemente indispensable para diagnosticar y tratar los problemas circulatorios subyacentes que impiden la curación.